Las redes sociales se han constituido en grandes herramientas de comunicación, su ADN básico es la interactividad por lo cual son desde su constitución, opuestas a los medios tradicionales de comunicación, quienes tienden a crear esquemas “monologantes” donde los que reciben la información no tienen forma de reaccionar.
Pero así como las redes sociales han abierto la puerta a nuevos conceptos, también han viciado otros.
Escucho muy seguido a “gurús” referirse de forma muy ligera al concepto de comunidad, parece que se confunde una cuenta de twitter con una comunidad, o una cuenta de facebook con una comunidad.
En el mundo publicitario hay quienes en su cabeza reemplazaron el “spam” del correo electrónico, por el envío de “toneladas digitales” de basura por las redes y a eso le dicen también “comunidad”.
Una comunidad es un grupo de personas que comparten una tabla de valores común. “Tejer una comunidad” es algo que pasa más por el campo cultural que por el publicitario. Es cierto que una de las herramientas fundamentales para realizar este trabajo es la comunicación, razón por la cual las redes sociales son una gran herramienta, pero no se puede confundir “el medio con el fin”, de la misma forma que un cincel no es una escultura,una cuenta de instagram no es una comunidad.
Las comunidades surgen como respuesta a intereses en común, cuando se necesita reaccionar ante un estímulo social, ambiental, geográfico o político, crecen de forma orgánica y se pueden diferenciar del entorno tal como las aguas de los ríos caudalosos se pueden identificar mar adentro.
El mercadeo de hoy es claramente de comunidades, pero pretender que por tener muchos “seguidores” en las redes tenemos una “comunidad”, lleva a errores a la hora de medir los impactos y crear las estrategias.
Los ejercicios en los que he participado de articulación de comunidades, se basan en conceptos tales como, la inteligencia colectiva, la innovación abierta, el crowdsourcing, la CoCreacion, la escucha activa, en fin en entender que uno como articulador no está por encima de los miembros de la comunidad, hace parte de ellos y que lo que se construye es un esfuerzo común y debe generar cosas para todos los que participan.
Cosas como el “gobierno abierto” en la política, la innovación social en los entes ciudadanos, la economía colaborativa en las empresas y los coworkings en el mundo laboral, están generando valor real para aquellos que participan en ellas, por lo que son verdaderos entes de articulación de comunidades.
Hace poco me llegó por una red social un meme que traducido decía lo siguiente:
“Uber es la compañía de taxis más grande del mundo y no posee ninguno, Facebook es la compañía más popular de contenidos y no genera ninguno, Alibaba es la compañía de retail más valorada y no tienen inventario, Airbnb es la compañía más grande de hotelería y no posee ningún hotel, algo interesante está pasando”.
Yo también creo que algo está pasando y para comenzar a jugar este juego, se debe poder entender de verdad lo que significa la palabra “comunidad”.